Las diferencias políticas tradicionalmente han sido resueltas a través de los actores tradicionales,
pero en ciertas ocasiones existen caminos diferentes para allanar problemas políticos: el deporte.
Esto se comprobó en abril de 1971 durante el desarrollo del XXXI Campeonato Mundial de Tenis
de Mesa en la ciudad japonesa de Nagoya. Entre otros participaban los equipos de China y Estados
Unidos, los cuales no tenían relaciones diplomáticas desde los años cincuenta. En esta ocasión
sucedió lo impensado. En el segundo día del torneo, un jugador norteamericano de 19 años, Glenn
Cowan, perdió el bus que lo llevaba al lugar del torneo. El transporte que llevaba al equipo chino
no había salido aún razón por la cual Cowan les pidió que lo llevaran. Los asiáticos no tuvieron
problema en hacerlo y sucedió algo increíble para ese momento, que un jugador norteamericano
viajara con la delegación de la China comunista. En el viaje el deportista estadounidense trabó
conversación con Zhuang Zedong y se hicieron amigos. El acercamiento llegó a tal nivel, que los
jugadores norteamericanos expresaron a los directivos de su delegación como a los chinos, su
deseo de visitar China después de terminar el torneo. Con la aprobación de los más altos niveles
de la conducción política el equipo viajó entre el 10 y el 17 de abril, situación que no ocurría desde
1949. Posteriormente en 1972
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DINTE. Cancillería Argentina.
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